La historia detrás de los hoodies
- Candela Soriano
- 12 ago 2023
- 3 Min. de lectura
Los hoodies o buzos, son una prenda fundamental porque funcionan perfectamente bien con todo. Son accesibles, prácticos y atemporales. Aún así, ¿has pensado sobre el origen o la historia de esta prenda? Hoy mezclamos historia y moda, y te traemos su historia.

Tras la pandemia por el COVID la ropa cómoda se convirtió en protagonista. Prendas holgadas, cómodas y de texturas suaves pasaron a ser el comodín de nuestros outfits. La más popular de todas es, sin dudas, el hoodie.
Llamado de muchas maneras: buzo, sudadera, canguro o polerón, esta icónica y reconocible prenda nació en los años treinta en Rochester, Nueva York. Los hermanos Abraham y William Feinbloom estaban al mando de “Champion”, una marca que realizaba ropa deportiva para diversas universidades de los Estados Unidos. Diseñaron el hoodie para proteger a los atletas del frío antes y después del entrenamiento.
"Se conocía como la sudadera de línea de banda, pues lo usaban los atletas que estaban sentados en la línea de banda de canchas de deportes como el fútbol americano, en la banca de los substitutos", explicó Christopher Haggerty, representante y director general de la marca en Europa.
Los hermanos tomaron el suéter de cuello redondo y le introdujeron los puños elásticos y pretinas al diseño existente. El objetivo era crear una prenda que guardara el calor corporal, así que añadir la capucha fue el siguiente paso. Esto convirtió el hoodie como lo conocemos hoy en día, solo que en ese entonces la capucha se podía quitar por completo a través de un cierre.
La prenda ganó popularidad en los años cincuenta y sesenta entre los estudiantes universitarios porque los utilizaban para ir al campus y sobre todo porque sus novias se los robaban. Esto normalizó el uso del hoodie en el público femenino.

Aunque primordialmente era sportswear, su alta funcionalidad dio paso a su uso en la academia militar de Estados Unidos y como prenda de trabajo de los empleados en almacenes fríos. Los obreros de construcciones también adoptaron el hoodie de Champion para protegerse del clima mientras trabajaban afuera en la ciudad durante los fríos y duros inviernos neoyorquinos.
En los setenta fue adoptado por la cultura del hip hop.
Los break dancers necesitaban ropa con la que se pudieran mover y el hoodie tenía las características necesarias por lo que lo adoptaron como un uniforme. De la misma manera pasó con los artistas del graffiti que necesitaban ocultar sus identidades con la capucha mientras pintaban murales o vagones de trenes.
De esta forma el hoodie se entretejió con la cultura de la juventud, pero no fue sino hasta que el hip hop se volvió mainstream que entró al léxico de la moda. La marca Champion se volvió un sinónimo del estilo hip hop y su logo fue como una medalla de honor dentro de la escena. El gangsta rap se convirtió en el rostro del hip hop de los noventa de la mano de NWA, Snoop Dogg, Tupac y g-funk quienes reinaban en las radios de Los Ángeles.
Los skaters que aparecieron en la otra costa del país también adoptaron la prenda para el mismo fin que los grafiteros: ocultar el rostro para entrar ilegalmente a estacionamientos, depósitos o casas vacías. Con el tiempo los skaters se acercaron a las florecientes escenas del punk y hardcore que emergieron a fines de los setenta y ochenta. Los hoodies de cada banda se volvieron integrales del estilo de la escena. Grupos como Black Flag.

A pesar del enorme éxito el hoodie adoptó nuevos simbolismos. La cultura del gangsta rap celebraba la resistencia, ya que muchas de las canciones narran la experiencia de la exclusión social, de la pobreza y criminalidad, por lo que rápidamente esta prenda se asoció con el crimen y la violencia. En Gran Bretaña, por ejemplo, la juventud de los centros de las ciudades fue estigmatizada y el hoodie desterrado, prohibido en las escuelas, los centros comerciales y los clubs nocturnos.
En el resto de los países el hoodie se siguió utilizando. Tuvieron breves apariciones en las pasarelas como en la colección de otoño/invierno de 1982 de Vivienne Westwood llamada Buffalo Girls y en la colección de 1983 llamada Witches. A su vez millones de artistas del mundo del espectáculo como Rihanna, Billie Eilish, Justin y Hailey Bieber, entre otros siguieron usándolo y reivindicandolo una y otra vez. Raperos contemporáneos como 50 Cent, The Game, Ghostface Killah y Fat Joe continúan con la tradición de usar los “Champion hoodies” durante presentaciones en vivo y videos.
El hoodie sin dudas es una prenda emblemática que tuvo pocos cambios a lo largo de más de un siglo y que fue adoptado por cada generación amoldandolo a sus necesidades. Fue un lienzo en blanco para el hip hop, la cultura del skate y del punk sobre el cual pudieron dejar sus marcas hasta el día de hoy.
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